"La Biblia es más que un tesoro historíco..."

martes, 10 de junio de 2008


La Biblia es más que un tesoro histórico para ser preservado, o un clásico literario para admirar y aplaudir. Es algo más que un conjunto de documentos sobre cuya base textual puedan destacarse talentos de hombres doctos. La Biblia es la revelación de Dios, de su propósito y de su voluntad. Es el registro de Palabras que tienen poder para "quitar la muerte y sacar a luz la vida y la inmortalidad" (2 Ti. 1:10).

Si con nuestras mentes adultas creemos vivir en un planeta visitado por Dios manifestado en carne, entonces las palabras que Él dice revisten una importancia tal, que al trabajar con las equivalencias del precioso Libro, no podremos abstraernos del hecho excepcional de que el traductor está confrontado con asuntos que exceden los "límites de su habitación" (Hch. 17:26).

Ante tan formidable tarea, sólo resta admitir de antemano las limitaciones y futilidad que representa el depender tan sólo de humanas disciplinas, y reconocer que así como ante Dios Todopoderoso no es posible acercarse con vanas repeticiones, tampoco ante el Sagrado Texto es posible hacerlo con charlatanerías, fraseologías o siquiera con la locuacidad de un espíritu liberal, como si tratáramos con introducciones y comentarios en un diccionario o enciclopedias bíblicas. Hemos de acercarnos con espíritu contrito, corazón hecho alheña, y postrada actitud. con fe sencilla, y pies descalzo y limpios del mundanal lodo de las huecas filosofías humanas.

Tomado de Biblia Textual Reina Valera año 2001
Nuevo Testamento Pág.15.

Hno Juan Carlos Seura B.- Discipulado

De La Versión Reina - Valera: De la Traducción de dos ex-monjes a nuestra lengua hoy...

viernes, 6 de junio de 2008

La primera versión castellana del Nuevo Testamento traducida directamente del griego es la de francisco de Encinas, obra editada en Bruselas en 1543 y revisada por Juan Pérez de pineda en 1556. Ambas ediciones se realizaron al amparo de la reforma, y en el momento mismo de sus publicaciones no pudieron llegar a sus destinatarios debido al rígido control que ejercían los inquisidores en las fronteras españolas. No obstante, al cabo de un tiempo de su publicación, Pérez de Pineda trabó contacto con un singular personaje llamado Julián Hernández, quien, oportunamente, se ofreció para introducir copias de Nuevo Testamento en España.

Con la terrible fuerza opositora de la Inquisición por delante, Julián Hernández (quien más tarde llegó a ser conocido como Julianillo) comenzó a realizar sus viajes. Su audacia y valor extraordinarios y, vez tras vez logró meter abundante cantidad de copias del nuevo Testamento en su país, hasta que finalmente, traicionado, fue entregado en manos de su captores y quemado en la estaca.

Pero la labor de julianillo no fue infructuosa, pues antes de su captura logró esconder su precioso contrabando en varios sitios a lo largo del recorrido de su huida. Uno de esos lugares fue nada menos que … ¡un claustro de monjes católicos! Llamado San Isidro del Campo. El resultado de semejante hazaña no se hizo esperar. La Palabra de Vida comenzó su obra convirtiendo el corazón de muchos de los monjes del monasterio, quienes al abrazar su nueva fe se vieron forzados al exilio.

De los primeros que huyeron de España uno fue Casiodoro de Reina, otro, Cipriano de Valera. Recorriendo las ciudades protestantes de Europa, comenzaron sus labores de traducción. Primero lo haría Reina; luego, al tiempo. Revisaría Valera. Sus conflictos y desvelos se reflejan en las palabras finales de la amonestación que el primero dirige:

… Esto (que hemos dicho) es lo más importante de lo que hasta el presente nos pareció que debíamos dar razón de nuestra versión a la Iglesia del Señor, por cuyo bien y consuelo hemos trabajado. En lo que a nosotros toca, aunque el haber tomado una empresa tan grande con fuerzas tan pequeñas, en parte pudiera ser considerado como una temeridad, mayormente por los que no lo consideran todo, o por los que nada o poco saben agradecer (aun de aquello que se sirve), o por los que, siendo más doctos, ningún provecho ni contentamiento esperan para sí de nuestros trabajos; con todo eso, tiene remedio lo que ésta, nuestra temeridad, podrá haber errado: Primeramente , en que habiendo hecho con toda fidelidad todo cuanto hemos podido, ningún sano juicio nos reñirá por lo que nuestras fuerzas no alcanzaron. Quien lo pudiere y quisiere hacer mejor, nuestro presente trabajo no le estorbará, antes le ayudará aun con las mismas faltas y errores que tuviere. En segundo término, en que tampoco pretendemos poner regla a la Iglesia, para que ésta necesariamente tenga que graduar y canonizar por infalible nuestra versión. Solamente pretendemos ayudar con lo que podemos, corto o largo, hasta que Dios otorgue más abundante provisión en su Iglesia. En tercer lugar, en que (para quien nos quisiere corregir con amor) por la gracia de Dios, no somos del número de los que, con razón o sin ella, presumen tanto de sí, que consideren totalmente acabado lo que una vez ha salido de sus manos, que nada se le pueda añadir ni quitar. Confesamos que pudieran haber muchos otros en la nación adornados de mayores dones de Dios para esta empresa, mas Dios no les has dado el querer ni el atrevimiento, ocupados por ventura en otras cosas, a su parecer, más importantes; y tampoco tenemos por qué entremeternos en este juicio, pues ellos verán qué cuenta darán en el juicio de Dios del buen o mal empleo de sus dones. En cuanto a nosotros es cierto, y de ello nos dará fiel testimonio el Señor algún día, que visto que ningún hno de estos doctísimos que lo hubieran podido hacer mejor, ha osado encargarse de una obra tan necesaria para el avance del Reino y gloria del Señor. El dolor de la falta que la Iglesia padecía en esta parte, nos dio el ánimo que nunca nos hubiera podido dar la sola consideración de nuestras fuerzas, así para comenzarla, como para hacerla llegar a este punto. Y ninguna duda tenemos de que nuestro trabajo no haya sido agradable a Dios por la continua asistencia de su favor: mediante el cual hemos podido llevar una carga tan pesada, tan estorbada de satanás, tan poco ayudada de hermanos, y por tantos días.

La obra nos ha durado entre las manos entre doce años. Sacado el tiempo que nos ha llevado, o enfermedades, o viajes, u otras ocupaciones necesarias en nuestro destierro y pobreza, podemos afirmar que han sido bien los nueve, que no hemos soltado la pluma de la mano, ni aflojado el estudio en cuanto las fuerzas tanto del cuerpo como del alma nos han alcanzado. Parte de tan larga tardanza ha sido la falta de nuestra erudición para tan grande obra, la cual ha sido necesaria compensar con casi el doble de trabajo. Parte también ha sido la estima que Dios nos ha dado de la misma obra, y el celo de tratarla con toda limpieza; obligación ésta que ningún erudito esfuerzo podrá jamás satisfacer. La erudición y conocimiento de las lenguas, aunque no han sido ni son las que quisiéramos, han sido, no obstante, suficientes para entender los pareceres de los que más entienden, y compararlos entre sí, para poder escoger lo más conveniente conforme al significado y al conocimiento que Dios nos ha dado de su Palabra. Nos hemos ayudado de las opiniones y doctrina tanto de vivos como de muertos, que en la obra han podido dar alguna ayuda, consultando todas las versiones que hasta ahora hay, y muchas veces los comentarios. Tampoco nos ha faltado las experiencias y la práctica de muchas de las cosas que trata y hace principal énfasis la divina Escritura, que, de hecho, es la mayor y más sustancial ayuda (no faltando las otras) para su verdadero entendimiento."

Tomado de Biblia Textual Reina Valera año 2001
Nuevo Testamento Pág.7-8.

Hno Juan Carlos Seura B.- Discipulado

LA BIBLIA

miércoles, 21 de mayo de 2008


Podemos describir la Biblia como:

El libro más amado y el libro más odiado.
El libro que mas ha unido la humanidad y el que mas la ha dividido.
El libro por el que muchos han hallado la vida y por el que muchos han encontrado la muerte.
El libro más leido y el libro más aborrecido.
El libro más destruido y el libro mas imprimido.
El libro que está en el rancho del pobre y en el palacio del rico.
El libro más preciado por los enfermos y más deseado por los sanos.

Un libro lleno de consejos de un ayer olvidado que están más al dia que periódico
de mañana que aún no ha llegado.
Es el libro más despreciado y tambien el libro más admirado!

La Biblia es un libro lleno de grandes doctrinas, consejos, poesias, historias, profecias, promesas de luz y vida eterna que se halla podido haber escrito jamás. La Biblia contiene en las páginas de sus 66 libros las palabras mas grandes que nadie jamás haya escuchado. Este libro tan peculiar está dividido en dos partes; el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. En las páginas de la Biblia tambien encontramos la revelación divina del caracter y doctrina de Dios.

El Antiguo Testamento contiene en sus 39 libros la historia de la creación del mundo y del hombre asi como la ley de los diez mandamientos y profecias concernientes a la venida del Mesias, Jesus Cristo, su vida, su muerte, su reinado y sus promesas cumplidas.

El Nuevo Testamento en sus 27 libros contiene la historia acerca de la encarnación de Jesus Cristo, su nacimiento, su vida, sus enseñanzas, su muerte, su resurección y su ascensión y glorificación. Además contiene la historia del comienzo de la Iglesia como organismo (el cuerpo de Cristo), las doctrinas que han de guiar a este pueblo de Dios que ha puesto su fe en Jesus y tambien contiene las profecias acerca de Su segunda venida, su reinado eterno y recompensa para los que le recibieron y el juicio y condenación para los que no hayan creido en el Mesias ni guardado sus mandamientos.